martes, 24 de mayo de 2011

Una luz resplandece sobre mi rostro, es aquella estrella junto a la luna que me iluminan mis mejillas, mis ojos, que me dan el brillo esplendoroso de la felicidad, una luz que refleja en mi cara todo lo que siento en mi alma y en mi corazón, es el sentimiento del querer que llega a mi vida, una vida llena de sueños, ilusiones y esperanzas que me dan la euforia de seguir viva, de sentirme cada vez mas firme en el horizonte que se ve al final del sendero, en la luz del cada amanecer de cada día.

Eres tu quien llena todas esas expectativas, realidades para seguir creciendo, de saltar cada obstáculo, de ser mas grande, de cultivar mi alma, eres tu mi aliento que entra dentro de lo mas profundo de mi, de mi vida, mi seguridad, mi cerebro. Eres tu mis alegrías y mis tristezas.
Eres tu mi espiritualidad, mi vista hacia el camino de la verdad, tú quien me lleva al gran mundo donde los sueños se hacen realidad, eres mi nuevo despertar, eres tu quien abarca mi nueva era de madurez.

Tu que me inspiras a lo largo de la línea del camino, lo que se puede llamar la felicidad, que tanto me ha costado encontrar, y contigo a mi lado se me ha hecho mas fácil, que cada vez que veo una estrella se que estas tu vigilando mis sueños y cuidándome noche tras noche. 

Eres tu quien me ha hecho crecer.


Tú, quién me ha hecho reír siempre, quién me curaba con una sonrisa, quién me hablaba en los momentos de soledad. Tú quién me animaba a decir lo que sentía a esa persona, tú, sin saber que eras tú.
Y ahora es cuando me doy cuenta de que no quiero perderte, porque eres demasiado importante para mí. Eres las ganas de sonreír, el resguardo de saber que alguien en el mundo me hace caso y no me lleva la contraria cuando estoy descendiendo de mi mundo feliz.
Eres las ganas de chocolate a las cuatro de la mañana, las ganas de correr hacia ninguna parte para encontrarnos. Eres las ganas de vivir y de gritar que soy feliz a quien se me cruce por la calle.
Eres las foto que nunca se rompe y la cara olvidada aunque imposible de olvidar.

Eres tú quien me ha hecho creer en lo que esté sintiendo, aunque no sea capaz de saber lo que es.

. Y ya está.

Gracias por existir dentro de mi atropellada vida, pero eres de verdad tu quien me hace entender que se sigue luchando porque cada día sea un nuevo amanecer. 


Gracias vida...

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