martes, 24 de mayo de 2011

Estoy sentada en el quicio de la ventana. Tengo tu foto en las manos y aún recuerdo tu voz al teléfono riéndote de las cosas sin sentido que decíamos. 
Es la típica noche de miércoles, escucho la clase de música que a tí no te gusta, pero aún así puede que nadie te conozca de la manera que yo lo hago.
Aquí espero a que llegue el día que te des cuenta de que lo que buscabas siempre estuvo ahí.

Sigo aquí pensando en como sería estar en ese banco contigo y tus jeans gastados, en ese banco riendo y pensando en mi misma, pero ¡eh!, que esto no es tan fácil...
Y es que tú conseguiste una sonrisa de donde solo se podían sacar quejas y lágrimas, pero yo nunca he conseguido saber si realmente estás bien cuando lo aseguras.

Recuerdo cuando he estado a punto de llorar, que has estado ahí para hacerme reír. Cuando hemos contado un chiste malo, nos hemos reído igualmente, y cuando nos hemos tenido que ayudar... Yo al menos lo he hecho lo mejor que he podido siempre.
Conozco tus aficiones, tus canciones favoritas. Conozco tus inquietudes, tus preocupaciones, tus sueños... Y aún así, a veces siento que falta algo.

Y si pudieras ver que yo soy la que te comprende, y creo que he estado aquí todo el tiempo... ¿Alguna vez has pensado...? ¿Sólo alguna vez has pensado... que soy lo que estás buscando?


No hay comentarios:

Publicar un comentario