martes, 24 de mayo de 2011

Ahora... en momentos como este, es cuando me doy cuenta de las cosas que quiero. De lo que quiero realmente.
Estoy harta de caer en algo como esto con gente a la que no le importo. Estoy harta de ver a aquellos chicos por los que sentí algo, riéndose de mi o cuchicheando. Estoy harta de que todos sean iguales. Igual de infantiles, superficiales, artificiales y pasivos.
Solo busco y he encontrado a alguien que puede hacerme bien, sin descontar que me haga daño a veces sin darse cuenta.
Solo quiero a alguien que me haga sonreír solo con un guiño. Que me abrace cuando quiera sin pedir permiso, sin previo aviso, sin tener que venir a cuento. Que me coja de la mano sin avergonzarse por ello. Que me acaricie la nuca, la tripa, el cuello, la mano, cada parte de mi cuerpo, y me haga sentir especial.
Que me haga estremecer con un solo suspiro. Que sepa decir lo adecuado en el momento justo. Que tenga un saludo distinto para cada día de la semana. Que compre cincuenta globos y que nos lleven a tantos metros del cielo como hagan falta. Que no me haga regalos para quedar bien, porque cada día con él ya será uno mejor que cualquier cosa.
Que haga de esa canción nuestro propio repertorio. Que su pelo huela a él. Que su cuerpo deje en mi su fragancia. Que sumerja su rostro en mi pelo y no hagan falta más gestos que ese detenimiento del tiempo para saber lo que queremos. Que no me aparte la vista y que no hagan falta palabras de ningún tipo para saber lo que pensamos. Que con una sonrisa me digate quierolo siento,  no he dejado de pensar en ti.
Que no haga que le quiera por como es, si no por lo que sea yo con él. Que al pensar en él automáticamente se dibuje en mi cara una sonrisa. Que meta su foto en mi cartera y me dé suerte en un mal día.
Que con un beso me calle, y calle mis preocupaciones y paranoias. Que no se enfade, que se ría, cuando un día se despierte junto a mi, y su cara esté pintada sin que se haya dando cuenta. Que no le dé vergüenza hacer el tonto en la calle y hacerme reír, pero que no me avergüence. 
Que sepa escribir, y sea capaz de hacerlo como yo lo hago. Que sea actual y a la vez clásico, que escriba cartas y sea galán. Que sea un príncipe, pero no un plumas. Que no escape de la lluvia, que se quede y me bese en ella. Que me coja la cintura como si no tuviese cuerda dentro de arenas movedizas.
Que me guíe en mis sueños y no me pierda, que piense en mi para que en ellos aparezca. Que mire la luna y me vea en ella tatuada. Que se acuerde de mi en una lluvia de estrellas y me pida como deseo para que podamos estar juntos, en un mismo sitio, en una misma ciudad.
Que me saque la lengua e inmediatamentedespués seamos como dos niños pequeños, de risas, juegos y castillitos de arena.
Que me lleve a la orilla del mar y desde allí y dejándome apoyar mi cabeza en su hombro, veamos el mejor atardecer de nuestras vidas. Que haga de encontronazos, bellas casualidades. Que haga de una vida normal, una vida grande, llena y especial. Aunque no sin baches.


Quisiera encontrarte, no sé donde estás. Bueno, en realidad si, pero te noto tan lejos...
Quiéreme. Sedúzcame.

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