Sólo quiero hablar contigo, decírtelo
todo por primera vez. Tendrías que conocer
toda mi vida, que siempre fue la tuya aunque
nunca lo supiste. Pero sólo tú conocerás mi secreto,
cuando esté muerta y ya no tengas que
darme una respuesta; cuando esto que ahora
me sacude con escalofríos sea de verdad el final.
En el caso de que siguiera viviendo, rompería
esta carta y continuaría en silencio, igual que siempre.
Si sostienes esta carta en tus manos, sabrás
que una muerta te está explicando aquí su vida,
una vida que fue siempre la tuya desde la primera
hasta la última hora.
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